Durante los últimos capítulos del culebrón te hemos ido contando lo importante que será esta semana en el devenir de la operación entre Cesc Fábregas, el Arsenal y el Barcelona.
Todo hacía indicar que el traspaso se haría realidad en los próximos días. La prensa de todo el mundo ya especulaba con la fecha de la oficialidad. Pese a todo, las negociaciones han dado un giro inesperado y Wenger, que le prometió a Cesc en 2010 dejarlo marchar, ahora amenaza con no aprobar la salida de su capitán, tal y como informó Sport en su edición de este martes.
Mientras, en Can Barça la situación es de cautela. El presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, en el transcurso de un acto el miércoles declaró en relación a la posible incorporación del internacional: "Dejemos que el agua corra, que el río fluya y que vayamos a favor de la corriente".
"El tema de Cesc no toca ahora. Si pasa ya se informará en su momento de todo lo que ha pasado. El tema de Cesc y Alexis está como estaba", añadió el mandatario culé.
En similares términos se expresó el directivo del Area Deportiva del club azulgrana Javier Bordas, en los prolegómenos de la Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que se celebró el miércoles, afirmó: "El jugador está haciendo gestos y sus propios aficionados creo que no le han puesto en el equipo ideal de este año. Son gestos que acercan. ¿El resto de fichajes? Está todo igual. Son temas que lleva Zubizarreta".
Visto el panorama, y tal y como te contábamos ayer, Cesc Fábregas tenía la pelota en su tejado... y decidió bajarla para ponerse a jugar. La primera decisión fue no entrenar con el resto de sus compañeros, en un claro acto de rebeldía. La segunda fue hablar con Wenger para decirle, por enésima vez, que su futuro está en el Barcelona.
El enfado del jugador es monumental. Cree que el Barça debería apretar un poco más y, además, se siente traicionado por Wenger, ya que, como todos saben, el técnico francés le prometió, en 2010, que este verano saldría del Emirates rumbo al Camp Nou.
Cesc Fábregas
Arsene Wenger ha querido ser protagonista justo cuando lo único que faltaba era la firma del traspaso. El técnico francés está tensando demasiado la cuerda y el Barcelona no piensa dejar que se rían de él. No subirán nunca de los cuarenta millones de euros. El club blaugrana espera que Cesc Fábregas siga presionando al Arsenal para que así se pueda desbloquear la operación.
Avanzando en el culebrón, Punto Pelota dio detalles de cómo transcurrieron las conversaciones entre Cesc y Wenger. Al parecer, y haciendo caso al programa de Intereconomía, el jugador le dijo a su entrenador que no entrenará ni acudirá a la gira asiática, ya que su única intención es vestir la elástica blaugrana la próxima campaña.
Así las cosas, lo cierto es que todas las partes están tensando la cuerda al máximo. El Arsenal apretará hasta el final, aunque desde las oficinas del Camp Nou confían que el culebrón acabe con el jugador fichando por el Barcelona.
El culebrón entonces parece próximo a su fin. O no...